Seguridad en el manejo de fármacos citotóxicos

El incremento de la expectativa de vida de las mascotas hace que los pacientes oncológicos supongan cada vez más una mayor proporción de los casos en la atención clínica en pequeños animales. En la misma proporción, ha aumentado también la demanda de tratamiento de estos pacientes, de forma que en medicina veterinaria el cáncer se considera ya dentro del grupo de las enfermedades crónicas susceptibles de ser tratadas. Una de las opciones terapéuticas es el tratamiento médico basado en la utilización de fármacos citotóxicos o citostáticos. Los fármacos citotóxicos son activos frente a todas las células que se encuentran en proceso de división tanto neoplásicas como normales. Este mecanismo de acción hace que, a su vez, tengan por sí mismos propiedades mutagénicas, carcinogénicas, teratogénicas y genotóxicas. Incluso, algunos de ellos pueden causar daño local en el epitelio cutáneo y membranas mucosas debido a su acción irritante, vesicante o alérgica. Existe suficiente evidencia de estos efectos en personal sanitario expuesto a quimioterapéuticos desde el primer estudio acerca de la acción mutagénica en la orina de enfermeras que administraban citostáticos publicado en 1979. Aunque en medicina veterinaria no existen estudios específicos a gran escala, sí que hay referencias a la exposición real a estas sustancias y, por tanto, deben ser manejadas correctamente con el fin, no solo de asegurar la protección del paciente, sino también del ambiente y el personal veterinario encargado de su manipulación. Aun más, no solo se considera en riesgo el personal sanitario que manipula o puede estar en contacto con estos fármacos y sus residuos, sino también el propietario y sus familiares.

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos.

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