Inseminación artificial en gatos domésticos

El uso de técnicas de reproducción asistida en la clínica de pequeños animales está cobrando cada vez más importancia gracias al creciente interés y especialización en la cría de animales de compañía y a su extrapolación a programas de conservación de especies amenazadas. Ya en 2020, se contabilizaron más de 20 millones de mascotas registradas, de las cuales el 20% son gatos, y se estima un crecimiento global del 5% anual entre 2020 y 2025 (AEDPAC, 2020). Por otro lado, la utilización del gato doméstico como modelo experimental de técnicas de biotecnología reproductiva para su posterior aplicación en poblaciones de felinos salvajes amenazados ha demostrado ser una valiosa herramienta para la conservación de dichas especies, con resultados prometedores hasta la fecha (Jewgenow et al., 2017). La inseminación artificial, ya sea con semen fresco, refrigerado o congelado, es una técnica compleja cuyo éxito está influenciado por múltiples factores tales como la salud y la nutrición de los reproductores, el momento de realización, el método utilizado, así como el sistema y diluyentes utilizados para la refrigeración, congelación y descongelación de la muestra seminal (Stornelli, 2017). Los diferentes puntos críticos que presenta esta técnica subrayan la importancia de seguir protocolos estrictos para evitar posibles obstáculos que puedan interferir con el éxito de la inseminación.

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos

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