Corrección quirúrgica de hernia abdominal congénita en un cachorro

Misty, una cachorra de raza golden retriever de dos meses y medio de edad, se presentó en la consulta por una tumefacción en la zona abdominal izquierda. Según su propietario, Misty ya tenía un bulto en esta zona cuando fue recogida de su criador durante la semana anterior, pero había aumentado de tamaño en los últimos días. A pesar del tamaño de dicho bulto, la cachorra se comportaba normalmente en casa, sin mostrar síntomas de dolor o intolerancia al ejercicio. Durante el examen físico, se diagnosticó una hernia abdominal izquierda, no reducible por el tamaño del defecto y por el volumen de los órganos herniados, fácilmente palpables bajo la fina piel. Solo los bordes mediales y craneales del anillo herniario eran palpables, de manera que la extensión lateral y caudal del defecto eran difíciles de determinar por palpación. Debido a restricciones económicas, la investigación de este problema se limitó a radiografías toracicoabdominales, sobre todo para descartar malformaciones congénitas concomitantes, como defectos diafragmáticos o de anatomía costal. Tras confirmar la ausencia de otras malformaciones, se propuso al propietario la cirugía correctiva para solucionar el problema.

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos.

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