Artrodesis tarsometatarsiana con placas supracutáneas en un perro

Tom, un galgo macho de 40 kg de peso, fue llevado de urgencia a su veterinario local debido a una cojera de no apoyo en su extremidad pélvica derecha que aparició súbitamente mientras jugaba, corriendo con otro perro. El veterinario de referencia diagnosticó una luxación tarsometatarsiana de origen traumático, con posible fractura metatarsiana y desplazamiento de los huesos tarsianos distales. El caso fue referido para su evaluación y posible tratamiento quirúrgico. En el examen inicial se observó una cojera de no apoyo en la extremidad posterior derecha, con tumefacción centrada en la zona tarsal distal que afectaba asimismo a toda la zona metatarsiana, sin heridas cutáneas abiertas. Al forzar a Tom a apoyar algo de peso en la extremidad afectada, se observaba una dorsiflexión excesiva a nivel de la articulación tarsometatarsiana a la mínima presión. Las articulaciones tibiotarsal e intertarsal proximal se consideraron normales. La vascularización de la extremidad, distal a la lesión, parecía normal. El resto del examen ortopédico se consideró normal.
Las radiografías del veterinario de referencia, de buena calidad, mostraban claramente una subluxación tarsometatarsiana en la vista lateral. En la proyección dorsoplantar se apreciaba asimismo una separación excesiva entre el segundo y el tercer hueso metatarsiano y una luxación medial del segundo hueso tarsiano, sin fracturas aparentes.
En el examen ortopédico, la inestabilidad descrita y las radiografías de la zona afectada confirmaron una luxación tarsometatarsiana traumática, lo cual implicaba, como mínimo, una disrupción severa de las estructuras ligamentosas plantares. En este caso existía, de manera adicional, una subluxación intermetatarsiana con luxación concomitante del segundo hueso tarsal. Independientemente del estado de los ligamentos colaterales o de las estructuras dorsales de la articulación tarsometatarsiana, la rotura completa del soporte plantar y la inestabilidad que esto produce es una indicación clara para la intervención quirúrgica con objeto de estabilizar la zona. Tras una conversación con el propietario, Tom fue admitido al hospital para ser operado al día siguiente, y efectuar una artrodesis tarsometatarsiana. 

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos.

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