Abordaje en el gato con anorexia

Existen numerosas enfermedades o procesos patológicos que pueden desencadenar anorexia, pudiendo tener o no relación con el aparato digestivo. La anorexia constituye un signo clínico muy común en enfermedades del tracto gastrointestinal, del hígado o del páncreas. La anorexia también es uno de los efectos sistémicos más comunes en afecciones como la uremia, cáncer, cetoacidosis diabética y en estados de inflamación y fiebre. En tales circunstancias la anorexia puede ser secundaria a los efectos de los mediadores circulantes, como las hormonas o las citocinas, sobre los centros del apetito y la saciedad en el sistema nervioso central. Los tumores abdominales o la organomegalia pueden limitar la distensión gastrointestinal y provocar el cese de la ingesta. Las condiciones que resultan en dolor crónico a menudo se asocian con una reducción del apetito.

Los gatos son carnívoros obligados con requerimientos nutricionales especiales. Como resultado, una dieta inapropiada o una anorexia prolongada pueden provocar trastornos metabólicos graves. Una preocupación adicional en la anorexia prolongada es el potencial del gato para desarrollar lipidosis hepática. Por lo tanto, la anorexia en el gato debe investigarse de forma temprana a la vez que se instaura una intervención terapéutica.

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos

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